Tenemos a Ramón, nuestro jardinero, pintando la primavera. En el jardín ya han salido las primeras margaritas y el buen tiempo de estos últimos días nos está llenando a todos de energía. Estamos contando los días hasta el 20 de marzo y pensando en nuestras bodas de primavera, las bodas más románticas. Nos imaginamos el magnolio japonés, al que primero le salen las flores y luego las hojas, en un pantone desnudo entre las ramas y cuando caen los pátalos al suelo comprendes por qué ninguna alfombra roja te hará sentir más especial que la propia naturaleza. La lantana más naranja que nunca, las 527 rosas alegrándonos el camino de grijo como cada año desde hace 13, la 13º primavera Deluz.
¿Un déjà vu? ¿Te suena familiar y extraño al mismo tiempo? ¡Es el déjà vu primaveral! Una sensación que se vive una vez al año. Los días se alargan y se vuelven más amables, y la luz invade los salones de esta casa de los años cincuenta. Los rayos de sol juegan a rebotar en todos los rincones, y eso les hace aún más mágicos. En el salón de arriba, el gran salón de la casa, la luz es todavía más especial. Desde el rango uno, el de la chimenea, vemos la arena dorada de La Segunda y el Cantábrico rompiendo en la orilla. La luz del atardecer nos entra por el rango tres con esa calma chicha y esa calidez.
¡Que levante la mano quien no sueñe con casarse en primavera! Sobre las mesas de mármol, de Saarinen, lucen las flores frescas que con mimo y técnica cortan y colocan María y Ion. Esta semana, que también es la semana del amor, las hemos vestido con el amarillo de la mimosa que crece en Deluz y que florece a partir de enero. ¡Flores frescas de temporada! Y en primavera hay tantas que queremos ponerlas todas y por eso en cada boda nos damos el gusto de que sean diferentes. ¡Estamos coleccionando pétalos de todas las especies y de todos los colores!
El jardín inglés pide a gritos un cóctel largo para disfrutar de la luz, de esos en los que suena música en directo y se brinda mucho y muchas veces. Con una carpa de ensueño sentirás el amor y la pasión de Memorias de África y con la banda sonora de los pájaros que anidan en nuestros Castaños de Indias centenarios. No te imagines más a qué sabe la primavera, porque nuestro equipo de cocina ya lo ha probado, buscado y ensayado por todos nosotros… ¡y ahora solo toca que te dejes llevar por los sabores y texturas!
La primavera nos pide a gritos verduras y frutas de temporada. A nosotros nos las trae La Traílla, directamente desde la huerta; una finca situada en Buñuel (Tudela) que solo trabaja en ecológico. La estación de show-cooking de ternera eco de la primera cooperativa de ganaderos ecológicos de Cantabria, Siete Valles de Montaña, con pimientos doblemente asados, de esos que todo el mundo alucina con su sabor. O atrévete con la estación ‘Kilómetro 0’, ecológica y vegana: taboulé de quinoa, hummus con pan de pita, baba ganoush, cremas frías o calientes de verdura, ensalada de frutas, tartar de remolacha, tartar de tomate y burritos vegetales. ¡Dejarán sin palabras a tus invitados por lo fresco del producto y por el auténtico sabor de la temporada!
Y en primavera también recibimos lo más ansiado del verano: los tomates. Grandes, jugosos y ecológicos. Sin químicos, que son los que modifican su sabor. Estos tomates nos traen a todos recuerdos del campo y de los veranos en el pueblo, y tus invitados van a alucinar con la estación de tomates, aceites, pestos caseros y la treccia di mozzarella de Roberta, en Salerno. ¡Es un win-win!
Y cuando se acerca la noche encendemos las velas y las bombillas del jardín, que nos recuerdan a las veladas sin fin, a volver a casa caminando descalzos con la sensación de que esta ha sido una gran fiesta. Si lo viesen los de Estrella Dam, el anuncio del verano 2019 se rodaba en Santander seguro. Brindamos con nocturnidad y alevosía, y nos bajamos a la bôite de Deluz para bailar hasta que no quede ni un pie sin pisar. La primavera… ¡la bôite altera!
Y solo nos queda decir: «Primavera… ¡ven y llévate este invierno!»